Mauricio, la Isla Playa
Este verano, sumérgete en la maravillosa Isla Playa, Mauricio. Experimenta la oportunidad perfecta para disfrutar de un inolvidable viaje con tu hijo en un destino único, donde la belleza natural en su máxima expresión y las playas de ensueño te sorprenderán desde el momento en que pongas un pie en esta isla paradisíaca.
Isla Mauricio, el lugar donde te está esperando una de las mayores experiencias viajeras que se pueden vivir. “La isla de la fortuna”, así definió Joseph Conrad, uno de los más importantes escritores y viajeros de la Historia, a Isla Mauricio, el lugar donde te está esperando una de las mayores experiencias viajeras que se pueden vivir. Isla Mauricio es una tierra que cambiará para siempre tu concepto de viaje y en la que todo te hará sentir, como en pocos lugares del mundo, que tienes el paraíso a tus pies. Porque viajar a Isla Mauricio significa convertirse en el dueño de un lugar irrepetible y exclusivo en el que cada rincón -de sus arrecifes de coral a sus volcanes dormidos, de sus playas de fábula en las que tus pisadas serán las primeras a los mercados repletos de vida de sus pueblos- convierte todos los segundos en momentos inolvidables que superarán tus fantasías viajeras. En Isla Mauricio sentirás de nuevo la exclusividad de un destino donde el Océano Índico es el telón de fondo de algunas de las mejores playas del mundo, y cuyo interior, de naturaleza arrebatadora salpicada de volcanes dormidos y montañas abruptas, parques naturales y jardines botánicos, te parecerá sacado de la paleta de un pintor y donde entenderás porqué otro gran escritor, Mark Twain, dejó dicho que “Dios creó primero Mauricio y después el cielo”. Isla Mauricio, que lleva el nombre de un príncipe holandés, te espera para que tú la disfrutes a tope y la bautices con tu nombre. No le hagas esperar a tu destino de vacaciones monoparentales perfectas... os lo merecéis!
Sólo 5 razones para viajar a Mauricio (de las muchas que hay)
1. La isla de la Fortuna es un paraíso a tu alcance. Nunca has tenido más fácil disfrutar del edén exclusivo que es Isla Mauricio. Todo son ventajas: el vuelo es directo, lo que sumado a su escasa diferencia horaria con España hace posible que aproveches tu tiempo al máximo; no es necesario tomar precauciones sanitarias, lo que convierte Isla Mauricio en un lugar ideal para que lo disfrutes con tu hijo al completo; y su carácter exclusivo y auténtico convierten a Isla Mauricio en un destino simplemente perfecto
2. Sus playas Las playas de Isla Mauricio se encuentran entre las mejores del mundo. Sus arenales, cubiertos de una pecaminosa arena blanca, te entusiasmarán. Playas como las de Mont Choisy, Belle Mare o Le Morne cambiarán para siempre tu concepto de playa perfecta. Y, ¿por qué no alquilar un catamarán y disfrutar de la laguna coralina?
3. Su carácter multi-cultural La fusión de pueblos y razas de Isla Mauricio se refleja en la gastronomía, en las costumbres y, sobre todo, en la vida diaria de sus habitantes. Los descendientes de los primeros esclavos negros africanos, chinos, hindúes, tamiles, paquistaníes y europeos de Holanda, Inglaterra y Francia han dejado una huella indeleble en este país, donde todo el mundo se respeta y vive en armonía: una actitud ante la vida que impregnará tu estancia en el país.
4. Su naturaleza El de Isla Mauricio es un mapa repleto de monumentos naturales donde manda una frondosa vegetación, que cubre llamativas montañas y volcanes dormidos, donde las dunas están pintadas de colores imposibles y las cañadas y cascadas te esperan para enmarcar el más bello de tus viajes. Los fondos submarinos coralinos que la protegen, mientras que el interior, frondoso y verde, destaca por sus parques botánicos y reservas naturales: Le Morne, la cascada de Chamarel, la Tierra de los Siete Colores... ¿Cuál será tu preferido?
5. Sus sabores La gastronomía de Isla Mauricio es única en el mundo. Influenciada por todos los pueblos que han hecho de la isla su hogar, tus sentidos se expandirán ante una buena rougaille, un plato mediterráneo con tomate, cebolla, ajo y todo tipo de carne o pescado, o sus frutas tropicales: papaya, mango, guayaba, coco... Termina tus banquetes con el típico café suave con sabor a vainilla: no habrás probado jamás nada igual.
Isla Mauricio, situada al suroeste del océano Índico, a 900 kilómetros de la costa oriental de Madagascar, goza de algunas de las playas más espectaculares del mundo, además de otros parajes naturales que la convierten en un destino de ensueño. Entre ellos destacan su rico fondo marino, la Tierra de los 7 colores, las cascadas de Tamarin o los antiguos cráteres de volcanes extinguidos, convertidos hoy en grandes lagos, extensiones boscosas o prados. La riqueza natural de la isla, a la que se suma la sonrisa eterna de sus habitantes, descendientes de las distintas oleadas colonizadoras de esas tierras, conforman un maravilloso entorno repleto de atractivos turísticos.
Isla Mauricio os aguarda para hipnotizaros con actividades para todas las edades, incluso la vuestra. En Mauricio, además de los mil y un planes con los que los diferentes resorts de la isla agasajan a los más pequeños, hay multitud de experiencias para ser vividas con tu hijo. Desde excursiones en las que descubrir la Naturaleza en estado puro hasta simplemente disfrutar de sus playas, un viaje single con niños a Mauricio llenará de momentos y sensaciones inolvidables vuestro álbum de fotos. Para los que les gusten los animales, en la Vanille Reserve des Mascareignes, uno de los parques naturales más populares de la isla, los más pequeños pueden disfrutar de las diferentes especies que existen en la Isla, vivir una experiencia única dando de comer a tortugas centenarias, asombrarse viendo diferentes especies de cocodrilos o deleitarse contemplando las más de 23.000 especies distintas de mariposas. Otra alternativa que os brinda la isla es la posibilidad de ver cómo se comportan en su hábitat natural toda una amalgama de animales, como cebras, leones o ciervos. Situado en el sudoeste de la isla, el Mauritius Safari & Bird Park, además de grandes felinos y jirafas, también presume de albergar a 150 especies distintas de aves provenientes de los cinco continentes. El parque ofrece la posibilidad a los visitantes de interactuar con los animales y vivir una experiencia única.
Exploradores de las profundidades. Las salidas en barco por la isla son de las actividades que más disfrutaréis y son ideales para conocer el magnífico paisaje costero que ofrece Isla Mauricio. En una de estas travesías se realiza un recorrido por la zona litoral del sudeste de la isla, que os lleva hasta el parque marino de Blue-Bay. En este parque, que abarca una superficie de 353 hectáreas, tendréis la posibilidad de sumergiros en las cristalinas aguas para admirar el fondo marino, repleto de diferentes especies de peces y riquísimos corales. Aventuras en la jungla Si en cambio se busca algo más trepidante, Mauricio también tiene espacio para los pequeños más aventureros. En el lado este de la isla se encuentra el Kids Adventure Park, situado en un enclave paisajístico fabuloso. En medio de una reserva natural, los más pequeños de la casa podrán subirse a una tirolina, correr con karts, montar en jets acuáticos o dar paseos en pony. Todo ello disfrutando de la naturaleza en estado puro, en un espacio en el que conviven diferentes especies animales protegidas en un hábitat vegetal muy rico. Los padres podréis animaros a hacer las actividades con vuestros hijos, o podéis dejarlos en manos de monitores cualificados, que se encargarán de que ellos disfruten lo máximo en este fantástico parque. ¡Toda una experiencia inolvidable para todos!
Playas de ensueño, fondos marinos repletos de vida, corales únicos en el mundo, y todos los deportes náuticos a tu alcance: Buceo, windsurf, esquí acuático, kayak, navegación a vela... Si lo tuyo es vivir el mar a tope, has encontrado en Isla Mauricio tu lugar ideal. No pierdas la ola Para disfrutar del buceo, nada como la zona norte de la isla por la profundidad de sus aguas. Holt Rocks, un paraíso de percas doradas, peces payasos y morenas, y la Fosse aux Requins, lugar de concentración de tiburones coralinos, de aletas y puntas negras, son un escenario perfecto para avistar estos animales entre octubre y marzo. Durante todo el año, el tramo de la costa oeste entre Flic en Flac y Le Morne Brabant es un escenario también ideal para bucear. Si eres aficionado al esquí acuático, el windsurf o el kayak, en Isla Mauricio cualquier temporada es buena para que te lances a disfrutarlos y, de hecho, se celebran pruebas mundiales de estas especialidades durante todo el año. En cuanto al kite-surfing, Mauricio es uno de los destinos internacionales más populares entre los entusiastas de este deporte: de Anse la Raie y Cap Malheureux en el norte a Poste Lafayette y Belle Mare en el este, pasando por Pointe d’Esny, en el sur, no te faltarán en Mauricio lugares de categoría mundial donde disfrutar de tu pasión, pero hay una ubicación que destaca por encima de todas: Le Morne, en la costa oeste, con su recortado tramo de litoral, repleto de fotogénicos rompientes.
Para auténticos marinos Mauricio, tanto por su condición de isla como de antiguo cruce de caminos de todas las civilizaciones, no se entiende sin la navegación. Descubrirás en primera persona la riquísima tradición náutica al pasear por sus puertos y contemplar las tradicionales piraguas de madera con velas de vivos colores, con las que muchos mauricianos siguen saliendo cada amanecer a pescar pero, sobre todo, y al igual que hacen viajeros de todo el mundo, si eres tú quien se echa a la mar. La navegación a vela te permite disfrutar del Índico en excursiones de un día que ponen rumbo a las pequeñas islas más próximas. Vinculada también a los veleros, la pesca deportiva ha alcanzado grandes cotas de popularidad entre los turistas y es ya uno de los grandes atractivos de Isla Mauricio. Existen una docena de grandes especies, aunque la pieza reina es el marlin negro y azul (pez espada), que se puede capturar a lo largo de todo el año, aunque la época más propicia se sitúa entre noviembre y finales de abril. En las aguas más profundas, fuera ya de la barrera coralina, es habitual también pescar atunes, barracudas y bonitos (en época de captura), aunque el marlín, que puede llegar a pesar unos 180 kilos, es el pez tropical más buscado y todos los años, en diciembre, se celebra un campeonato mundial que atrae a numerosos visitantes. Uno de los mayores santuarios de la pesca de altura se encuentra en Mauricio, en el entorno de Le Morne, mar adentro, debido a que el fondo marino es más pronunciado -unos 700 metros de profundidad-, y las corrientes atraen a los peces más pequeños, que constituyen la comida favorita de los grandes predadores marinos. Más cerca de los arrecifes es relativamente sencillo encontrar meros, barracudas y algunas especies de tiburones, como el tigre, el blanco, el peregrino y el azul. Rivière Noire, Le Morne, Flic en Flac, Trou aux Biches y Grand Baie son los lugares por los que debes navegar.
Más allá de los tópicos -reales en el caso de Mauricio- que emparejan a la isla con escenas de playas sin fin y corales únicos en el mundo, hay otra Isla Mauricio que aguarda agazapada en su interior volcánico, de agrestes cañones e inmensos bosques: Un auténtico universo de especies endémicas y obras maestras de la Naturaleza que te mostrará sus tesoros de tal modo que sentirás que eres la primera persona de la Historia en contemplarlos. Aficionados al trekking de todo el mundo tienen marcado en su mapa a Isla Mauricio como uno de los lugares más espectaculares para la práctica del senderismo. Una de las rutas más bellas te conduce a las cataratas de Tamarin, en la meseta central de la isla. Se trata del cañón más hermoso de Isla Mauricio, y está formado por once cascadas que se recorren en gran parte con una canoa, pero donde también podrás practicar la escalada, el rappel, los saltos de acantilados o, simplemente, darte un baño en aguas profundas. También en canoa tienes la posibilidad de participar en una travesía en Eau Bleue, en las cercanías de Curepipe. Se trata de un recorrido repleto de cascadas, saltos y aguas rápidas. Otros dos saltos muy interesantes te aguardan al sur de la isla: las cascadas Exil, con alturas entre 25 y 45 metros. En plena selva subtropical húmeda, las gargantas de la Riviere Noir te sorprenderán con su muy peculiar flora autóctona, al igual que la reserva natural de Domaine de Bel Ombre, con una enorme variedad de plantas medicinales y tropicales y la presencia de animales en libertad como ciervos, jabalíes o murciélagos. Más atrevida es la propuesta de acceder a la selva de Macchabée, que podrás disfrutar a lomos de un quad o un todoterreno, o practicando barranquismo o descenso de cañones, que harás utilizando distintas técnicas como el rappel en cascadas, la natación o el senderismo. ¡Pura adrenalina!
A solo unos kilómetros al norte de Port Louis se encuentra el Jardín Botánico de Pamplemousses, uno de los más famosos del mundo, con más de quinientas especies diferentes entre las que destacan más de ochenta variedades de palmeras, desde las “reales”, que presiden la avenida de entrada, a las “princesa”, que bailan en lo más alto del jardín por su altura, pasando por las “botella”, únicas en el mundo y llamadas así por su forma, y las “talipot”, que florecen cada sesenta años para morir solo unos meses después. Al margen de las palmeras, hay que observar el sorprendente “árbol de la sangre”, procedente de Madagascar, que desprende una resina de este color y que sirve para curar eczemas y otras enfermedades de la piel; el estanque de los nenúfares gigantes, toda una rareza botánica; los espacios dedicados a la flor de loto, sagrada para los budistas, y las tortugas gigantes del jardín. Incluso en un edén como Isla Mauricio nuestra preocupación por el medio ambiente sigue presente. Y es que de su rica fauna endémica sólo nueve especies han sobrevivido hasta nuestros días; hoy, las especies más amenazadas son el cernícalo, la cotorra de Mauricio y la paloma rosada. Con todo, hay una fauna muy rica: ciervos, murciélagos, mangostas y las que se dicen son las más bellas mariposas del mundo. En el anillo coralífero, además de los propios corales, hay moluscos, tortugas, estrellas de mar, crustáceos, langostas, cangrejos, y, especialmente, delfines y ballenas.
Alrededor de Isla Mauricio se despliegan más de veinte islotes e islas paradisiacas como l’ille aux Bénitiers o Isla Rodrígues, pero ninguna te sorprenderá tanto como la Isla de los Ciervos. Esta isla de 300 hectáreas te maravillará por sus playas de arena extremadamente blanca en un mar cristalino que forma piscinas naturales de color azul cobalto sin olas (ideales para disfrutar en familia). Podrás disfrutar en ella de un espectacular campo de golf, aunque lo que abunda son las opciones para que sentir el mar: windsurf, motos acuáticas, embarcaciones, piraguas, veleros... Puro hedonismo en uno de los escenarios naturales más privilegiados del océano Índico.
Isla Mauricio cuenta con dieciocho parques nacionales y reservas naturales, todo ellos ubicados en islas e islotes marinos y en la zona costera. La única excepción terrestre es el Parque Nacional de Black River Gorges, en el suroeste, el último reducto verde y virgen de Mauricio, con 60 km de senderos señalizados. El parque, de 70 kilómetros cuadrados de tierras altas y bosques de tierras bajas y pantanosas, es un lugar muy popular entre los amantes del trekking e idóneo para que lo recorras a tu ritmo. Muy cerca se encuentra la cascada de Chamarel, sobre un escarpado espectacular que fuera antiguo refugio de los esclavos para huir de su destino final, y que te asombrará como lo hará la Tierra de los Siete Colores. Este enigmático lugar, salpicado de voluptuosos montículos y formas redondeadas por la acción de los vientos, parece un capricho de pintor con toda clase de tonalidades -ocres, rojizas, naranjas, verdes…- para el que no se ha logrado encontrar una explicación científica, aunque la opinión más extendida nos dice que su formación se debe a las cenizas volcánicas muy ricas en minerales y coloreadas por el efecto de la oxidación. Y a solo 18 kilómetros del Parque Nacional de Black River Gorges se encuentra Le Morne Brabant, el icono más conocido de Mauricio y Lugar Patrimonio de la Humanidad. La silueta del monte, de 556 metros de altitud, es el marco perfecto para que disfrutes de las playas que se esparcen a sus pies, muy recomendadas para practicar el windsurf y el kitesurf, ya que el viento sopla en este mágico rincón casi todo el año. Isla Mauricio se extiende por algo más de dos mil kilómetros cuadrados en los que caben todos los estímulos para saciar tu apetito viajero. Mercados tradicionales, ciudades repletas de color, museos, gastronomía... Escenarios en los que llenar tu pasaporte vital de experiencias y momentos irrepetibles.
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